La carcoma, de Daniel Fopiani

Sinopsis.
Un escritor en horas bajas es incapaz de escribir nada decente. El éxito comercial de su última novela parece haberle arrastrado hasta un bucle de inseguridad que lo mantiene bloqueado ante la página en blanco. Se obliga a tomar unas vacaciones y aislarse durante un tiempo en la Sierra de Cádiz, un retiro espiritual donde olvidarse de la presión de la editorial, de las facturas sin pagar y de las llamadas telefónicas constantes. Con el paso de los días descubre que, en la cabaña donde se aloja, aparece un nuevo número pintado en la pared cada mañana. Una cuenta atrás sin explicación aparente que termina sumiéndolo en la mayor de las obsesiones. Es probable que su vida corra peligro y el tiempo apremia. Los números no perdonan. Una crisis creativa, un cambio de escena, sucesos misteriosos, muerte, amor y reconciliación con uno mismo. Todo ello con un sabor profundamente rural y gaditano, contado con una narrativa fresca, ágil y sin tapujos. Estos son rasgos distintivos de Fopiani que lo hacen destacar dentro del género con toques ligeramente underground. La Carcoma es un pueblo, pero también una metáfora.

Reseña.
Lo primero que me ha gustado de este libro es el prólogo, algo que se ve cada vez menos en este tipo de novelas y que creo que casi nadie lee porque no deja de ser un “dar cera al escritor de la obra”. Pero mira tu por donde en este caso viene firmado por Benito Olmo y eso ya son otras palabras. Cuatro páginas escritas cono si se tratara del comienzo de una novela, que bien podría serlo, y que nos dejan ya con las ganas de comenzar la lectura aun más si cabe. Así si da gusto comenzar una novela.

Este verano ya son dos las obras leídas en que el punto de partida es un escritor en “horas bajas” y los editores acosando. Habrá que preguntarse si en vez de un recurso de los escritores no serán casos reales…
Entrando en materia comentaré que este es un libro de esos que se pueden leer de un tirón casi sin darte cuenta y uno de los motivos es la cuenta atrás que mueve el argumento, una cuenta atrás que obsesiona a Ramses en su retiro en la cabaña del pueblo gaditano de La Carcoma, donde la inquietud y la desesperación le harán temer por su propia vida. Este recurso narrativo nos atrapa al igual que ocurre con las películas donde vemos como el protagonista ha de resolver el conflicto o desactivar un artefacto antes de que se produzca una catástrofe y no podemos dejar de mirar.
Fopiani crea unos personajes bien caracterizados que se mueven por la novela con soltura, cada uno en su espacio y con su personalidad. El escritor Ramsés, venido a menos y con problemas de autoestima, con un pasado nada memorable y que le pasará factura y un afán por encontrar de nuevo el camino del éxito, más bien en el plano personal que en el profesional y el agente Loredo, un Guardia Civil con un problema en el habla, que utilizará métodos poco profesionales para su particular investigación de los extraños sucesos que ocurren en la cabaña. Junto a estos personajes principales los secundarios, los habitantes de La Carcoma, que no serán precisamente amables con este extraño que se ha alojado en su pueblo, complementan esta novela a camino entre el misterio y la novela negra.

Como comentaba antes, el formato de cuenta atrás hace que el ritmo se mantenga in crescendo. Los capítulos del libro forman esa cuenta regresiva durante la cual Ramsés, una vez alojado en la cabaña que le ha prestado un amigo para encontrar la motivación perdida para su nueva novela, se verá arrastrado a descubrir el misterio de los números que aparecen cada día en la cabaña. De lenguaje directo, sin artificios, y adecuado al estrato social de los personajes (entrañable el mecánico). Con una amplia riqueza de elementos y gran variedad de detalles en los que entretenerse, con pequeños giros que harán que no sospeches quien es el culpable porque hay varios candidatos en esta trama con mucho suspense hasta el final.
Bien ambientado en el mundo rural (¿existe la novela negra rural?), con unas descripciones de las situaciones y el entorno bien elaboradas, no exento de un humor muy sutil y unos diálogos bien construidos que además dejarán algunas conversaciones memorables.
Quizás, y solo quizás, echo en falta que en el desenlace hubiera tenido un mayor protagonismo la causa, no el causante, y conocer mejor los argumentos que llevan a esta situación antes de resolverla.
En definitiva, un libro muy ameno, de lectura ágil, de los que enganchan, lleno de misterio al más puro estilo clásico, con una trama bien elaborada, personajes creíbles y sobre todo bien desarrollada y resuelta. Habrá Daniel Fopiani para largo, ya veréis.

El autor.
Daniel Fopiani Román, militar y escritor nació en Cádiz el 21 de marzo de 1990. Trabajó cobrando dos duros, como mula de carga y vendedor de pipas a tiempo parcial para el estadio de fútbol Ramón de Carranza. En 2008 terminó sus estudios de bachillerato ingresando de forma inmediata en las Fuerzas Armadas, obteniendo el galón de soldado en el real y glorioso cuerpo de Infantería de Marina. Curioso e incansable, decidió compaginar su deber como militar y los estudios, por lo que comenzó la carrera de magisterio en la Universidad de Puerto Real. En 2012 logra una plaza para la escala de suboficiales de la Armada, siendo actualmente Sargento de Infantería de Marina.
Con múltiples premios literarios en su haber, forma parte de diversas antologías de relatos, colabora como columnista en varios periódicos y es director de la Revista Cultural RSC.
Premio Valencia Nova de Narrativa, de la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis, con la novela “La Carcoma” (2017) Escritor en Zenda libros (2017)

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