Y
es que, al final, cada vez eran menos una dotación militar y más un
grupo de hombres desesperados. Porlier se moriría con esta idea
bulléndole en la cabeza. Nunca, nunca jamás la verbalizaría. Antes eso:
muerto.
Sinopsis:
En
septiembre de 1819, el San Telmo, un navío español con 644 hombres a
bordo, encalló en una isla muy al sur del cabo de Hornos en un lugar que
jamás nadie había pisado antes. Meses después, un barco inglés encontró
el pecio y restos de un campamento sin hombres. Tras comunicarlo a las
autoridades de su país, estas decidieron enterrar dicho hallazgo para
así adjudicarse, inmerecidamente, el descubrimiento del continente
helado. Esta novela narra la posible epopeya de aquellos 644 españoles. Y
reivindica un hecho: que España, antes que nadie, llegó a la Antártida.
Reseña:
Impresionante
esta hipótesis que plantea Alber sobre lo que pudo haber ocurrido a los
hombres que viajaban en el San Temo cuando una tormenta los desvía de
su rumbo al doblar el cabo de Hornos separándolos del convoy del que
forman parte y cabeza y adentrándolos en un territorio inhóspito y hasta
entonces desconocido: La helada Antártida.
A
partir de este hecho histórico el escritor plantea una historia de la
que ya sabemos el trágico y triste final, sin embargo eso no es
impedimento para que la lectura atrape desde el primer momento y
mantenga el interés a lo largo de toda la novela. Utiliza un recurso en
el que de pronto el lector está inmerso en la conversación como uno
más.
El
lenguaje es cercano y adaptado de la época y no tendremos problema en
entender los términos habituales en los barcos. Hay una impecable
documentación sobre la vida a bordo de los navíos y sobre todo de la
diferencia de clases dentro de éste. Aquí cada uno tiene su sitio y su
función y todos lo tienen claro, otra cosa es que la vida a bordo sea
llevadera cuando conviven juntos los oficiales, los marineros y además
los soldados, artilleros e infantes, que completan la tripulación. Esta
diferencia de clase y oficio creará más de un conflicto tanto a bordo
como en tierra cuando ya el San Temo encalla y bajan a tierra firme y
esta estructura jerarquizada se irá resquebrajando conforme pasan los
días.
El
capitán y los oficiales se empeñarán en seguir las normas del barco
mientras que algunos marinos y sobre todo los soldados que habían sido
embarcados para el viaje cuestionarán que al no haber barco las leyes de
éste ya no son de aplicación. Aquí comenzará una lucha de poder y
liderazgo que se sumará a la diaria de la supervivencia.
Es
fácil con esta novela hacerse una idea de lo que debieron soportar ese
grupo de valientes en una tierra helada para la que ellos no estaban
preparados ni pertrechados, ya que su destino eran las cálidas tierras
de Perú.
Es
posible que las cosas no sucedieran como aquí se cuentan pero no cabe
duda de que es una de las posibilidades, la muerte por frío y
agotamiento o hambre. En cualquier caso el libro es una aventura para
disfrutar de una gran historia donde los personajes van creciendo
conforme avanza la trama, enriquecida con un buen trabajo de
documentación que deja buenos ratos de lectura.
La
cosa es más interesante aún al descubrir que durante este año en que se
cumple el bicentenario del naufragio se van a poner en marcha dos
expediciones para intentar encontrar los restos del navío. Estaremos
atentos.
PD.: Gracias a la editorial La esfera de los libros y a Mercedes Pacheco por el ejemplar.
El autor:
Álber Vázquez
(Rentería, 1969) ha publicado una veintena de títulos y es uno de los
autores de novela bélica más reputados del momento. Se ha especializado
en el siglo XVIII español y está considerado como una de las mayores
autoridades en las guerras hispano-apaches que tuvieron lugar en
Arizona, Nuevo México y Texas.
En
La Esfera ha publicado con gran éxito Mediohombre. Blas de Lezo y la
batalla que Inglaterra ocultó al mundo, Guerras mescalero en Río Grande y
Muerte en el hielo. La novela del San Telmo y los españoles que
descubrieron la Antártida.
Además,
es uno de los autores de novela negra más sorprendentes del momento. En
2015, publicó Hambre a borbotones, una obra que sacudió el género y que
le hizo merecedor de ser finalista en la Semana Negra de Gijón.
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