Sinopsis:
Madrid, 1981. Una pareja de inspectores de policía investiga el atropello mortal de una joven completamente desnuda cuya autopsia revela unas terribles lesiones previas al accidente. Poco después, dos chicas de edades similares desaparecen. Las tres fueron vistas por última vez en locales de copas. Comenzará así una absorbente intriga criminal, que abarca dos décadas, en la que la acción y la psicología de los personajes se entrelazan con maestría. El Madrid del final de la Transición, en donde los feroces métodos franquistas seguían vivos, contrasta con el de una democracia ya asentada aunque expuesta a los peligros del mundo globalizado.
Reseña:
Impactante y violenta. Así se podría resumir sin fallar la última novela de Javier Menéndez. En ella nos vamos a encontrar una historia dura y cruel que se adentra en los bajos fondos de la mente humana y que nos hará reflexionar sobre el poder de la educación en los años de la infancia y como ésta influye de manera que sea capaz de normalizar la violencia si se ha crecido con ella como base en la educación.
La novela se vertebra en dos partes separadas en el tiempo en 20 años en los cuales notaremos los cambios que tanto el personaje principal, Diego Álamo, como la sociedad en la que transcurren los hechos se suceden y se dejan notar tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Así, en la primera parte, en la década de los ochenta, con la transición casi en pañales y los coletazos de la dictadura aún presentes en los estamentos oficiales como el cuerpo de policía, donde, aunque ya hay sangre nueva, todavía se ejecutan algunas acciones a la “antigua usanza”. La segunda parte transcurre 20 años después, ya en una democracia asentada y se nota en que los métodos policiales, y los propios policías, han cambiado.
La parte más dura de la novela vendrá dada en la primera parte en los capítulos de una de las chicas que permanece secuestrada, conoceremos su calvario y las atrocidades que su secuestrador le infringe a ella y a otras de las chicas secuestradas. En la segunda parte, el punto de vista lo pondrá el verdugo, un cazador de chicas, listo y calculador, con un nivel de maldad que pone los pelos de punta.
Del otro lado, la investigación, que va creciendo conforme avanzan y se modernizan los métodos policiales. En la primera parte será una tarea más de campo y de pisar las calles mientras que 20 años después se nota el avance tanto en medios como en métodos. En ambas partes se convierte en un buen ejercicio narrativo que aporta siempre coherencia y seriedad con los datos y con los hechos que se tienen, resultando un buen trabajo que no decae, haciendo la lectura amena y casi adictiva.
La historia, dura y violenta como he comentado, mantiene el ritmo y la tensión durante toda la trama, y en la última parte sube de nivel haciendo que el final se convierta en todo un acierto, complejo y bien resuelto.
Todos nosotros es una buena novela negra, de las que mantiene el interés en todas la páginas, bien documentada, con una trama que podríamos llamar clásica y que resulta muy efectiva. Que presenta unos personajes carismáticos y bien trabajados, con sus luces y sombras y adaptados a la época en la que se desenvuelven. Con un buen equilibrio entre violencia y misterio y que sirve muy bien como vehículo de denuncia social en la que el bien y el mal están bien representados haciendo ver que somos seres muy complejos y que siempre hay luz al final del túnel, aunque para algunos sea demasiado tarde.
Podríamos tener a Diego Álamo en próximas entregas, y seguro que sería de nuevo un acierto.
El autor:
Javier Menéndez Flores (Madrid, 1969) es autor de una quincena de libros. Ha publicado las novelas Los desolados, El adiós de los nuestros y, junto con el periodista Melchor Miralles, El hombre que no fui , la cual fue finalista del Premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón 2018.
También ha firmado libros de entrevistas —Miénteme mientras me besas, Arte en vena—, un ensayo cinematográfico —Guapos de leyenda— y exitosas biografías de grandes figuras de la música española, entre las que cabe destacar la trilogía dedicada a Joaquín Sabina —Perdonen la tristeza, En carne viva y No amanece jamás— y el único volumen autorizado sobre el grupo Extremoduro, De profundis.
Periodista cultural de larga trayectoria, ha colaborado en diversos medios. Sus artículos y entrevistas han aparecido en cabeceras como Interviú, Rolling Stone y El Mundo.
Un libro muy interesante, buenos personajes y buena trama, muy duro a veces. Me gustó mucho
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