Sinopsis:
Dos muertes, una desaparición y un secreto que pondrá a todos en peligro.
Una mañana de diciembre, Cara Dunne aparece colgada en su
cuarto de baño. Va vestida de novia y todo apunta a que se trata de un
suicidio, pero esa misma tarde la policía encuentra otro cuerpo, el de la
enfermera Fiona Heffernan, frente al hospital del pueblo de Ballydoon. Fiona
iba a casarse al día siguiente y también llevaba un vestido de novia en el
momento de su muerte.
La inspectora Lottie Parker intuye que estas muertes no son meros suicidios y,
al comenzar la investigación, descubre otra pieza del inquietante puzle: la
hija de ocho años de Fiona ha desaparecido. A partir de ese momento, Lottie se
embarca en una búsqueda frenética por encontrar al asesino y salvar a la niña.
Sin embargo, los habitantes de Ballydoon guardan un peligroso secreto, y
cualquiera podría ser el culpable.
Reseña:
Última entrega,por el momento, y van siete, de los casos de Lottie Parker, una detective carismática, comprometida al 100% con su trabajo y con su familia, aunque a veces haya antepuesto lo primero a lo segundo.
Vuelve ahora con un complicado caso de aparentes suicidios y por si fuera poco, el secuestro de una niña. Junto a todo esto y mientras la inspectora se adentra en un arduo trabajo de investigación que va dejando numerosos sospechosos, en casa las cosas con sus hijas, incluso con su compañero Boyd, con el que está prometida, aunque de momento nadie lo sabe, no están todo lo bien que debiera y eso comenzará a pasar factura a Lottie.
El hilo de la investigación se convierte en un complejo trabajo en equipo en el que la inspectora y sus compañeros, irán descubriendo algunos secretos de los habitantes de Ragmullin y el vecino pueblo de Ballydoon, aunque a veces ni su jefe ni algún compañero se lo pongan del todo fácil.
Como siempre Patricia Gibney juega con esa habilidad para crear escenarios y situaciones donde la tensión y el misterio siempre están presentes. El realismo con el que se desarrollan los acontecimientos te lleva de la mano en una lectura fascinante y adictiva. Los personajes, siempre tan bien creados, jugarán en esta historia un papel fundamental puesto que las conexiones entre los habitantes y vecinos de estas localidades será uno de los elementos que la inspectora tendrá que investigar a fondo para esclarecer los asesinatos que están asolando el lugar y encontrar el paradero de la niña secuestrada.
Una trama interesante y compleja donde creo que en esta ocasión hay un equilibrio más ajustado entre los crímenes, el drama de la familia, con esos problemas que Lottie no acaba de cerrar y el suspense que va generando la trama.
Hubo un momento que pensé que había tantas piezas por colocar que resultaría artificial, pero al acabar el libro todo está perfectamente colocado en su sitio y además con un final sorprendente, en cuanto al caso policial, y emotivo en el plano más personal.
Una historia llena de giros y suspense como en todas las de la serie, que además deja como siempre una puerta abierta a próximos casos.
Las almas rotas |
La autora:
Patricia Gibney es una artista y escritora de Mullingar, condado de Westmeath, en el centro de Irlanda. Es viuda y madre de tres hijos que la mantienen cuerda, o tal vez mantienen su locura a raya. Patricia quiso ser escritora desde que leyó a Enid Blyton y Carolyn Keene, y tras la repentina muerte de su marido, decidió refugiarse en la escritura para lidiar con la pérdida. Durante años, asistió a cursos de escritura y se unió al Irish Writers Centre para adentrarse en el mundo literario de forma profesional.
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