Sinopsis:
En pleno mes de diciembre, en la playa de San Lorenzo de Gijón un niño encuentra el brazo amputado de un hombre en el agujero del muro donde guarda sus tesoros. El brazo pertenece a Alfredo Santamaría, que estaba siendo investigado en la comisaría central de Oviedo por una presunta estafa piramidal. El jefe de la Policía del Principado asigna el caso al comisario Rafael Miralles. Gracia San Sebastián, investigadora de fraudes contratada por la policía para indagar en las finanzas de la víctima, tiene que desentrañar un complejo entramado de blanqueo de dinero en el que interviene un poderoso grupo de mafiosos rumanos sin escrúpulos. En su vida personal, la relación con Rodrigo sigue viento en popa para disgusto de su exmarido, Jorge, que viene de visita desde Estados Unidos para gestionar un ambicioso proyecto empresarial.
Reseña:
Tercera entrega protagonizada por la investigadora de fraudes fiscales Gracia San Sebastián, a quien ya conocimos en Lo que callan los muertos y en Un asesino en tu sombra. Esta vez Gracia se encargará de una colaboración más directa con la policía formando parte de una investigación que tiene como objeto descubrir quién ha dejado un cuerpo desmembrado en el puerto de Gijón.
Una trama en la que la investigación por homicidio y la del fraude fiscal irán de la mano dejando alguna que otra sorpresa a buen ritmo y en la que es fácil sumergirse. Con estilo cercano y directo, sin complicados términos propios de mundo financiero que podrían hacer perderse a los lectores que no estamos acostumbrados a ese mundillo, la escritora consigue mantener el interés a la vez que la trama se va complicando y van apareciendo diversos entramados en los que van a operar las mafias rumanas, el blanqueo de dinero y muchos intereses ocultos.
Si bien al principio parece que hay demasiados personajes en escena, la novela se equilibra y mantiene el interés y el ritmo. Junto a la trama criminal y fiscal es también de relevancia la historia personal de la investigadora, un personaje que lleva encima no pocos asuntos familiares y que intenta lidiar con ellos de la mejor manera. Entre sus hijos, su madre, su ex marido que no acaba de marcharse y su pareja actual le van a crear no pocos quebraderos de cabeza, pero sin llegar a hacer de ella uno de esos personajes al borde del abismo, tan habituales en este tipo de novelas y que por suerte parece que ya están cada vez menos presentes, dando paso como en este caso a un personaje mas humano y creíble.
Una historia que sitúa la autora en algunos de los lugares más emblemáticos de Gijón y sobre todo de Oviedo, donde mueve a los personajes con acierto y credibilidad. Los muertos no saben nadar ofrece una investigación policial llena de misterios y secretos, con intereses al más alto nivel financiero, venganza, algún enredo y sobre todo una línea argumental que no cae tras las primera páginas sino que se mantiene hasta el último giro en el que todo queda colocado en su sitio, todo ello salpicado con algunos momentos más personales que complementan una trama que puede parecer complicada y que Ana Lena resuelve con acierto.
La autora:
Ana Lena Rivera nació en Oviedo en 1972. Estudió Derecho y
Administración de Empresas en ICADE, en Madrid. Después de veinte años
como directiva en una gran multinacional, cambió los negocios por su gran
pasión coincidiendo con el nacimiento de su hijo, Alejandro. Junto a él nació
también Gracia San Sebastián, la investigadora protagonista de su serie de
intriga.
Lo que callan los muertos ha recibido el Premio Torrente
Ballester.
Finalista del Premio Tuber Melanosporum que entrega el
Festival Morella Negra com la Trufa.
Comentarios
Publicar un comentario