La pequeña farmacia literaria, de Elena Molini

 Sinopsis:

A veces, el tren de los sueños pasa antes de que llegues a la estación. Entonces tienes dos opciones: verlo alejarse para siempre o recorrer a pie el andén y seguir persiguiendo tus deseos.

Blu Rocchini vive en Florencia, en un piso compartido con otras tres jóvenes. Su sueño siempre ha sido trabajar en el mundo de los libros. Tras probar suerte en una editorial especializada y después en una gran cadena de librerías, toma una decisión: abrir su propia librería.

Pero la vida no es fácil para una librera independiente, hasta que Blu tiene una idea: transformar los libros en «fármacos», con sus indicaciones terapéuticas y su posología, para sanar el alma de las personas.

Nace así La Pequeña Farmacia Literaria, que no tarda en cosechar un enorme éxito. Blu descubrirá que a veces los sueños están mucho más cerca de lo que imaginamos.

Reseña:

Creo que no me equivoco si afirmo que a todos los lectores nos gustan los libros que hablan de libros. Desde Las mil y una noches, ese espectacular contenedor de historias, hasta los más recientes como La historia interminable, El librero de Kabul, El nombre de la rosa o hasta La sombra del viento, por citar tan solo unos ejemplos de esas pequeñas joyas que encierran en sus páginas pequeños universos creados alrededor de los libros.

Si además, como ocurre en este caso nos dicen que los libros son prescritos a los lectores en función de su estado de ánimo como si de un medicamento para el alma se tratase, y encima se trata de un libro que cuenta una experiencia real que se puede visitar en Florencia, pues el interés por leerla parece justificado.

Efectivamente La pequeña farmacia literaria existe, se puede visitar y salir de allí con un libro “prescrito” por la bibliotecaria Elena Molini, cuyo alter ego en la novela –Blu- será la encargada de contarnos en una historia con un claro mensaje de amor por los libros, de amistad y compañerismo y sobre todo de emociones, la historia de la librería.

Una novela de lectura rápida y fácil en la que para mí lo interesante llega en las páginas finales donde la autora nos deja un buen puñado de fichas, a modo de recetas, donde se prescriben algunos libros, con sus indicaciones terapéuticas, sus posibles efectos secundarios y las interacciones con otros medicamentos (en este caso libros), así como su posología, modo y tiempo de administración.

La historia se centra sobre todo en las relaciones de la protagonista con aquellos con los que comparte su vida, varias treintañeras que (aún) comparten piso, con la inclusión de varios personajes que no aportan nada, mientras vemos como del proyecto más interesante, la apertura y puesta en marcha de su librería donde receta libros, tiene un espacio poco relevante como punto de referencia de una trama que prometía mas interacciones entre libros y lectores. Una historia muy estilo chic lit, con personajes estereotipados, situaciones que poco o nada aportan y ese buenrollismo propio de las novelas o películas de este género en la que hay cabida incluso para alguna que otra alucinación causada al parecer por el estrés y una historia del pasado convertida casi en amor imposible que desboca en pocas páginas a un final precipitado y poco argumentado.

Así pues, lo más destacable es que la novela cuenta la historia real de La pequeña farmacia literaria, que seguro es una visita interesante si visitamos Florencia, pero que se pierde en otros derroteros mientras relega a un segundo plano la idea principal y con la que de haber resuelto bien podría haber entrado en ese buen puñado de libros que hablan de libros en el que hay auténticos tesoros literarios.

La pequeña farmacia literaria

La autora:

Elena Molini es la propietaria de la librería La Pequeña Farmacia Literaria, que existe realmente en Florencia y que, siguiendo los dictados de la biblioterapia, recomienda libros en función del estado de ánimo de los lectores, como si fueran medicamentos. Esta es su primera novela, que pronto será llevada a la gran pantalla.

Comentarios

  1. Amar la lectura es viajar a mundos infinitos, aprender constantemente y encontrar refugio en las páginas de un libro. Un pasatiempo valioso que enriquece la mente y el espíritu.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario