El juego de los crímenes perfectos, de Reyes Calderón

 Sinopsis:

El Palacio de Hielo de Madrid, habilitado como morgue provisional durante la pandemia, no puede cerrar sus puertas y regresar a su actividad porque el ataúd no reclamado de una anciana lo impide. El inspector Salado y su ayudante Jaso acompañan al supersticioso juez Calvo a la inspección preliminar, que les depara una sorpresa: en su interior hay un varón con traje a medida y un Rolex de oro en la muñeca. Lo que parece una confusión de clasificación les introduce poco a poco en un macabro juego: una cadena de muertos, a cada cual más peculiar, que tienen en común la firma, en el certificado de defunción, de la doctora Paloma Padierna, joven internista en el Gregorio Marañón.
La doctora Padierna, ajena al asunto y agotada tras los duros meses de trabajo en el hospital, solo piensa en sus vacaciones. Pero el asesino de los crímenes perfectos tiene otros planes para ella.

Reseña:

Tras la devastadora Pandemia del Covid-19 las opciones para los escritores se podrían resumir en tres: obviarla (bien si la trama no transcurre en esas fechas), cambiar las fechas de la historia en el tiempo, o meterse de lleno en ella. Esta última opción es la que utiliza la autora para adentrarse en una trama llena de piezas en un Madrid pandémico que intenta recuperarse de los estragos del virus.

Una historia a medio camino entre la novela policiaca y el thriller más contemporáneo a los que se unen unos personajes variopintos y nada convencionales que hacen de El juego de los crímenes perfectos una novela muy ágil y de fácil lectura que no decae tras las primeras páginas y que mantiene un ritmo creciente mientras se suceden los acontecimientos y los giros,

Reyes Calderón transita con en esta novela principalmente por dos colectivos: el sanitario, que tanta importancia han tenido durante la pandemia y el judicial, al que la misma tampoco se lo ha puesto demasiado fácil. Los personajes, como he apuntado antes, dan mucho de si por la facilidad con la que se mueven en la historia aun usando mascarilla y gel hidroalcohólico: un juez supersticioso, un policía ya curtido en experiencias y otro casi verde aún, la doctora con sus ansias de vacaciones, la madre de ésta con sus propios planes para su hija y un asesino egocéntrico y narcisista que trastocará todos los planes.  

Como es habitual los capítulos cortos que ayudan a la lectura y una narrativa precisa y no exenta de toques de humor. Un buen trabajo de documentación tanto para los temas médicos, que son varios, y aquellos que apuntan al lado más técnico judicialmente. Todo esto hace de esta novela una lectura muy entretenida y con la que pasar un buen rato, a pesar de que para algunos el hecho de que se transcurra durante la pandemia les pueda parecer un obstáculo. ¡Atrévanse!



La autora:

Reyes Calderón Cuadrado​​ es una escritora, economista y profesora universitaria española que reside en Madrid desde el año 2017. Está casada y es madre de nueve hijos.
En 2005 publica su primera novela, Las lágrimas de Hemingway, que es también la primera de las que forman la serie protagonizada por la jueza Lola MacHor. En 2013 recibe el premio Abogados de Novela por El jurado número 10 y en 2016 recibe el premio Azorín 2016 por Dispara a la luna.
En la actualidad compagina su carrera literaria con la docencia e investigación en la Universidad de Navarra

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