Nunca estuvimos allí, de Gema Quintial

 
Sinopsis:

La vida puede ser una sucesión de errores... o la clave para enmendarlos

Comillas arde bajo el fuego del verano. Una mujer ha desaparecido al borde de un acantilado. Mientras, una antigua amiga vuelve al mar de su infancia.

Cuando la periodista Olivia Llanos decide regresar a Comillas, su pueblo natal, no imagina que sus problemas no han hecho más que comenzar. Al cabo de poco tiempo debe hacer frente a la desaparición de Emma Berger, una de sus amigas de la infancia, mientras lucha contra los fantasmas del pasado: el reencuentro con un viejo amor y los recuerdos familiares que le trae su antiguo hogar.

El teniente Bruno Marciel y su equipo no solo deberán centrarse en esa investigación. Jaime Morales, propietario de una inmobiliaria, aparece asesinado poco después en su casa.

Reseña:

A medio camino entre la novela policiaca y el domestic noir la primera novela de Gema Quintial nos traslada al tranquilo pueblo de Comillas, en la costa cantábrica donde una desaparición y un asesinato, en apariencia sin nada en común, sacarán a la luz algunos secretos del pasado.

La historia comienza de manera interesante con un capítulo cero bastante prometedor pero conforme avanza la novela se va haciendo lenta, sin grandes giros argumentales o episodios que mantengan la tensión que se le debe exigir a este tipo de novelas.

La trama se va a desarrollar en dos años diferentes, la actual en 2017 y otra que transcurre en el año 2002, narrada en primera persona,  y que será el detonante de todo, pero habremos de esperar al final para entender la conexión ente ellas.

Una historia casi coral por la cantidad de personajes con protagonismo pero  en la que realmente no llega a destacar ninguno de manera sobresaliente.  La investigación policial no es especialmente relevante y avanza un poco a trompicones mientras que las pesquisas de la protagonista, metida a detective, situaciones inverosímiles incluidas, será la que vaya más encaminada.

Como temas de fondo vamos a encontrar una historia de amistad y fidelidad en la que también tendrán cabida extorsiones y chantajes, la soledad o la venganza.

Me ha costado mucho acabar esta novela en la que las relaciones personales de los diferentes protagonistas, y sobre todo sus motivaciones para según qué actos, son un poco contradictorios y a veces resultan nada creíbles. Desde la relación de la protagonista con su expareja, que ahora es un sí pero no, y que no llega a profundizar en ella hasta casi el final en que habrá datos más relevantes para conocer la misma (algo que tampoco tiene importancia de calado en la historia), hasta las relaciones de amistad entre varios de los personajes, o las de otros con sus parejas, sentimentales o profesionales.

En definitiva, Nunca estuvimos allí, es una novela entretenida, de fácil lectura y que puede gustar a los que se inicien en el género un poco más negro, pero que a mí no me ha llegado a enganchar entre otras cosas por el ritmo lento que le confiere la presentación y contextualización de tantos personajes haciendo que realmente la historia comience a dar juego bien avanzado el libro y por otro lado que las relaciones entre los diferentes personajes en la mayoría de los casos son difíciles de creer o entender.

Eso sí, hay que reconocer que para tratarse de una primera novela es un acierto y estoy seguro que en el futuro llegarán cosas de más nivel. Así lo espero.


Nunca estuvimos allí

La autora:

Gema Quintial (Santander, 1989), estudió Relaciones Laborales en la Universidad de Cantabria, y en la actualidad reside en Múnich, donde compagina la escritura con su trabajo en una empresa multinacional. Aficionada a la lectura desde muy temprana edad, escribió sus primeros relatos durante la adolescencia. Nunca estuvimos allí es su primera novela.

Comentarios

Publicar un comentario