Sinopsis:
Cuando Sofía decide mudarse con
su hijo a un nuevo domicilio tras su separación, no puede creerse su buena
suerte: acaba de encontrar un precioso piso restaurado en pleno centro de la
ciudad, decorado con exquisito gusto y muy asequible. Es perfecto para ella,
allí podrá escribir tranquila y comenzar una nueva vida, que se augura feliz.
Sin embargo, poco a poco sus rutinas en su nuevo hogar parecen enturbiarse:
pronto su hijo se independiza y ella se queda sola con la única compañía,
omnipresente, de Germán, su único vecino, que vive en el piso de arriba del
antiguo edificio. Se trata de un hombre desaliñado, oscuro, turbio, que al
principio la exaspera y luego hace que una difusa sensación de amenaza, de
creciente pavor, se cierne sobre ella, hasta el punto de que Sofía comienza a
sospechar si no tendría algo que ver con la muerte del anterior propietario de
su piso, una muerte, a su vez, relacionada de una extraña manera con un
suicidio ocurrido recientemente en su mismo barrio.
Reseña:
Rosa Huertas es una consolidada
escritora de gran trayectoria en libros infantiles y juveniles, también cuenta en
su haber con varias novelas para público adulto. Dando un paso más en su
carrera y tomándolo como un reto y un homenaje hacia quien fuera su compañero durante muchos años, Javier
Marías, se adentra ahora en el género negro.
La intención claramente es salir
airosa de esta primera aproximación con tintes de domestic noir en la que
aborda varios temas que afectan a nuestra sociedad actual. De un lado la tasa
de suicidios que se producen en España y que siguen bajo el silencio mediático
por aquello de no generar alarma social, de otro la soledad a la que se
enfrentan cada día más personas o el robo y mercadeo con automóviles de alta
gama, un negocio muy lucrativo que está adquiriendo grandes proporciones en la
actualidad.
Con todo esto Rosa Huertas se lanza con una trama que
comienza generando bastante expectación pero que conforme avanzan los capítulos
se va diluyendo y no ha acabado de convencerme. Y es que aunque la historia
comienza de manera interesante, hay escenas y sobre todo motivaciones y
actitudes que no acaban de parecerme creíbles. Se echa en falta un mayor peso
de algún personaje clave en la historia, con mayor desarrollo para encajar mejor en toda
la trama y sin embargo parece que pasa a
pies juntillas.
Escrita en primera persona para
la voz de la protagonista y con narrador omnisciente para el resto, es una
novela que se lee casi del tirón y aunque a mí particularmente no me ha
cautivado, puede ser un buen
acercamiento para quienes buscan una novela de fácil lectura, donde no hay
sangre y asesinatos en serie, y en la que sobre todo planea el miedo de la
protagonista en su vida diaria, a la vez que se ponen sobre la mesa varios
temas de actualidad social. En lo que no defrauda la autora es en su estilo
narrativo que sigue siendo fresco, cordial, directo y sin artificios.
Rosa Huertas nació en Madrid y es
doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid,
licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia y profesora de
educación secundaria y bachillerato de lengua castellana y literatura.
Antes de iniciarse en la
literatura juvenil publicó varios libros de recopilaciones de cuentos, así como
de cuestiones didácticas y de fomento de la creatividad, y como autora de
libros infantiles y juveniles ha publicado más de veinte obras por las que ha
merecido los más importantes galardones, como el Premio Hache de Literatura Juvenil
2011, el X Premio Alandar de Literatura Juvenil en 2010, el XIV Premio Anaya en
2017 y, en 2018, el Premio Azagal. También ha obtenido, en 2015, el Premio
Ciudad de Cartagena de Novela Histórica.
En 2019 publicó su primera novela
fuera del ámbito juvenil, Mujeres que leían. En 2021 vio la luz El tiempo que
nos robaron, y en 2023 publicó la novela histórica Lazos de tinta.
El vértigo de los suicidas es su
primera novela negra.
Muy flojo, se va por las ramas un poco y se repite mucho.
ResponderEliminar