Sinopsis:
¿En quién
puedes confiar si no confías en ti mismo?
Yu-jin fue
una promesa precoz de la natación surcoreana hasta que su carrera se truncó por
la epilepsia. Ahora es un joven veinteañero que vive con su madre. Anhelando
liberarse de su controlador entorno, decide saltarse las pautas de su
medicación. Una mañana nota un olor extraño y cuando baja las escaleras
encuentra a su madre degollada, con un corte brutal de oreja a oreja. En su
habitación encuentra una navaja ensangrentada, pero lo único que recuerda es a
alguien gritando su nombre: ¿era su madre? ¿Pedía ayuda? ¿O suplicaba por su
vida? Yu-jin empieza a investigar lo que ocurrió esa noche, pero para ello
deberá retroceder muchos años, hasta el día en que dejó de nadar.
Reseña:
Podemos leer en la contraportada de
este libro que es un thriller demencial y obsesivo, de una agudeza psicológica
excepcional, escrito con un ritmo eléctrico y jadeante y así es, estamos
ante un libro de los que mantiene el pulso desde el principio y que te arrastra
hasta ese abismo que habita en la mente humana y que en ocasiones aflora a un
primer plano trayendo consigo destrucción y muerte.
La novela comienza con el momento
más intenso y álgido de la historia, el momento en que el protagonista
encuentra el cadáver de su madre degollada y envuelta en sangre, al igual que
sus propias ropas.
Estas primeras páginas son realmente
de una fuerza narrativa muy potente que ya hacen presagiar lo que va a seguir
en las siguientes. A partir de ahí la autora desarrolla una trama de una
intensidad brutal con una estructura simple, manejando bien los tiempos de cada
personaje, sin olvidar que el peso de esta inquietante historia lo lleva el
hijo, quien en su condición de narrador nos va a adentrar en la mente de este
joven aspirante a abogado que decide abandonarse a la suerte de sentir la
realidad sin la ayuda de los fármacos, algo que lo va a conducir a enfrentarse
con una bestia interior que quizás ya nadie pueda parar.
La acción trascurre en una ciudad de
nueva construcción aún sin habitar completamente, durante dos noches y tres
días en los que la tensión aparece en cada página y hará que no puedas dejar de
leer. Pocos personajes: el narrador y protagonista (con el que la autora hace
que empaticemos desde el principio), su hermano, su madre y su tía y unos
capítulos muy largos (demasiado), algo que puede entorpecer un poco el ritmo de
lectura, pero que como he dicho lo contrarresta el intenso poder de la
narración.
En El buen hijo asistimos al cambio
tan radical que va a convertir a un joven normal, deportista y casi modélico en
alguien extremadamente malvado, capaz de acometer las mayores atrocidades
incluso con aquellos que siempre lo habían mantenido a salvo de sus instintos
mas letales.
Se trata pues de una historia
original, que nos hará pensar hasta que punto conocemos nuestro interior más
oscuro mientras devoramos páginas en las que el olor a sangre se te va a meter
en la nariz hasta el último momento.
La Autora:
Yoy-jeong
Yeong es la más destacada autora de intriga de Corea del Sur. Tras graduarse en
la Escuela de Enfermería, ejerció varios años como enfermera. Debutó en el
mundo literario en el año 2000 y consiguió su primer premio literario en 2007.
Desde entonces se ha dedicado exclusivamente a la escritura y ha publicado
cuatro novelas: Dispara mi corazón (2009), Siete años de oscuridad
(2011), 28 (2013) y El buen hijo (2016), además de un libro de
viajes sobre el Himalaya.
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