Sinopsis:
En la pequeña y aparentemente tranquila localidad de Between
Forests hallan el cuerpo de una joven brutalmente torturada y con varias
inscripciones «cinceladas» en la piel. Junto al cadáver, un chico cubierto de
sangre y en estado catatónico que niega una y otra vez ser el culpable.
Los
detectives Jeff Sanders y Dan Patterson, encargados del caso, no tardarán en
descubrir que la propia escena del crimen encierra un mensaje oculto. Ese será
el primer hilo del que tirar para deshacer una maraña de secretos atroces del
pasado y descubrir quién es el asesino al que llaman «indeleble».
Una
historia en la que se conjuga la violencia y el amor, la culpabilidad y la
redención, mientras el lector ve cómo funciona la mente de dos de los mejores
detectives del cuerpo de Policía.
Reseña:
Que todas las novelas, y sobre todo las del género negro,
tiran de estereotipos en mayor o menor medida no se escapa a la percepción de
nadie, pero ojo, hay que saber hacerlo para no caer en algo que te saque
continuamente del libro. Y esto es lo que pasa con El asesino indeleble, que
está creada en base a los tópicos más típicos leídos una y mil veces y los lectores a estas alturas pedimos que haya mas compromiso y nivel narrativo. La ficción, aunque sea eso, ha de ser manejada como si de realidad se tratase y para ello ha de servirse de una trama creíble en la que los personajes encajen coherentemente sin caer en situaciones absurdas, diálogos vacíos o piezas que no encajen.
El asesino indeleble es una novela corta que llega ahora a
las librerías en una versión ampliada para darle un poco mas de volumen pero
que sigue sin aportar esencia a la trama o a la historia. Los personajes no
llegan a ser creíbles, se pierden en su propio ego, como Sanders o pasan sin
hacerse visibles por su carisma o personalidad, y la ambientación de los
escenarios o de las situaciones es muy pobre. Lo mismo ocurre con los diálogos,
sobre todos en los que la mala educación del detective Sanders hace que sean
del todo increíbles.
A ver, una cosa es que el protagonista tenga un pasado atormentado
o problemático -lo más normal en estas novelas- y otra es intentar hacernos
creer que un tipo maleducado como este pueda tan siquiera estar trabajando como
detective.
La investigación criminal, que debiera ser el hilo conductor
de una novela de este tipo, casi no existe. Y además presenta algunas
incoherencias. El asesino casi tiene que
entregarse porque el detective anda divagando entre café y alcohol y el final
se desboca y llega precipitado, como ocurre en muchas novelas, haciendo perder
los pocos puntos que le quedaban.
En resumen esta novela se queda en un intento. Hay una trama,
un detective y un asesino pero no logran hacer que llegue al lector como una
buena historia negra y que se disfrute con ella.
El autor:
Marcos Nieto Pallarés creció en La Sénia
(Tarragona). Autoeditó su primera novela en 2014. Desde entonces, ha escrito,
entre otras, El lamento de los inocentes, Silbidos de
supresión, Latidos en el sótano y El asesino
indeleble. Con esta última ha logrado un gran éxito, cosechando críticas
excelentes tanto de blogs especializados como de lectores, y permaneciendo más
de seis meses en el ranking online de los más vendidos.
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