Sinopsis:
La novela arranca con un móvil apagado. Ester es la que
llama; quien no responde, Giulio, que acaba de ser trasladado al hospital en
estado grave a causa de un accidente en el kilómetro 123 de la Via Aurelia de
Roma. Sin embargo, quien conectará el teléfono es Giuditta, la mujer de Giulio,
quien lógicamente no sabe nada de Ester. Podría parecer el inicio de una
comedia de enredo, pero nada más lejos de la realidad: un testigo afirma que el
accidente de Giulio ha sido en realidad un intento de asesinato, por lo que la
investigación será asignada al perspicaz inspector de la policía criminal
Attilio Bongioanni, quien deberá enfrentarse a un caso en el que nada es lo que
parece.
Un thriller muy inteligente, rápido, de múltiples voces que nunca dan respiro y que sumergen al lector en una trama endiabladamente hábil para disfrutar de principio a fin y que confirman, una vez más, a Andrea Camilleri como el maestro de la novela negra contemporánea.
Reseña:
¿Qué le queda a una novela si le quitas las grandes
descripciones, los diálogos o incluso el narrador? Pues muchos hubiéramos
apostado que no quedaría nada y sin embargo Andrea Camilleri hace todo eso y
más en una novela corta que se despoja de todo lo que nos parece imprescindible
para ir encajando pequeñas piezas en un mecano literario y hacer que funcione a
la perfección.
Y es que esta novela está escrita en forma de mensajes de
correo o teléfono entre los protagonistas y recortes de prensa o informes policiales
en los que vamos a ir descubriendo todo lo que pasó con el accidente de Giulio
y lo que vendrá después en una investigación que según palabras del propio
autor pretende ser un homenaje a los
detectives y policías clásicos.
En esta historia nadie ni nada son lo que parece y esta
manera de contar la historia nos va a enganchar desde el principio. La falta de narrador hará que nos veamos
más inmersos en la historia si cabe, y así casi sin poder dejar de leer iremos
encajando las piezas hasta que de pronto veamos que todo está en su sitio. Intriga
y acción contados de un modo diferente y que aporta una nueva manera de
estructurar la trama y el modo en que los personajes aparecen en escena, todo
ello de manera que no decaiga el interés. Sin duda es todo un acierto.
Una vez mas Camilleri se desmarca de su inspector mas famoso,
Montalbano y nos vuelve a dejar claro por qué es un maestro del género negro.
Como he dicho se trata de una novela corta que casi se lee de
un tirón y trae como extra un Epílogo titulado «Defensa de un color», en el que argumenta y reflexiona sobre el
origen y características del género amarillo que es con el que en Italia se
conoce la literatura policíaca desde que en 1929 apareció la colección Il
giallo Mondadori, y que debe su nombre al color de sus portadas.
El autor:
Andrea Camilleri nació en 1925 en Porto Empedocle, provincia
de Agrigento, Sicilia, y vivió en Roma, donde impartió clases en la Academia de
Arte Dramático y en el Centro Experimental de Cine. Durante cuarenta años fue
guionista y director de teatro y televisión. En 1994 creó el personaje de Salvo
Montalbano, el entrañable comisario siciliano protagonista de una serie que en
la actualidad consta de veintiocho novelas.
También publicó otras tantas de
tema histórico, y todos sus libros ocupan habitualmente el primer puesto en las
principales listas de éxitos italianas. Andrea Camilleri fue el escritor más
popular de Italia y uno de los más leídos en Europa, traducido a treinta y seis
idiomas y con más de treinta millones de ejemplares vendidos.
En 2014 fue
galardonado con el IX Premio Pepe Carvalho. Murió en Roma el 17 de julio de
2019.
En 🇦🇷 no lo he visto
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