Sinopsis:
En Sandaili, una humilde ermita excavada en la roca, ha aparecido el cuerpo mutilado de una mujer asesinada mientras practicaba un antiguo rito de fertilidad. Su torso ha sido abierto y vaciado y las manos han sido colocadas a ambos lados de su abdomen en actitud de entrega. La escena reproduce, con macabra exactitud, las figuras de los apóstoles que Oteiza esculpió en la fachada de la basílica de Arantzazu. Las pruebas señalan que alguien realizó una copia de su rostro en el momento de su muerte.
Un peligroso asesino ritual ha nacido al abrigo de las verdes montañas que guardan desde tiempos inmemoriales los mitos y las leyendas de los vascos. Un enclave aislado, moldeado por el agua que ha dejado sus cicatrices en forma de desfiladeros majestuosos y profundas cuevas. Ane Cestero y la Unidad de Homicidios de Impacto emprenderán un viaje a las entrañas de la tierra donde se oculta lo más oscuro del alma humana.
Reseña:
Vuelve el equipo de la Unidad de Homicidios de Impacto. Ibón Martín nos traslada de lleno a los parajes mas bellos de Guipúzcoa: Oñati, el monasterio de Arantzazu o la cueva de Sandaili donde se encuentra la ermita de San Elías.
El equipo que dirige Madrazo, más presente en esta entrega que en la anterior, y con los habituales Ane Cestero, Julia y Aitor, tendrán que hacerse cargo de un homicidio con tintes rituales.
Tradiciones ancestrales, ritos mágicos, oficios, lugares y paisaje se entremezclan en esta novela en la que se nota el conocimiento del autor sobre la zona y que encajan a la perfección con una investigación en la que además pesan aún las restricciones y las normas de la pandemia de la COVID, algo que marcará también el ritmo de algunos hechos.
Una trama que se va complicando y que mantiene el interés del lector durante todo el libro hasta que cierra con un capítulo final muy emocionante. Las relaciones de los personajes y la presión a la que están sometidos marcarán una investigación en la que desfilarán varios sospechosos mientras se suceden las muertes de una manera brutal y salvaje.
Ibon Martín maneja muy bien a los personajes y los escenarios, a la vez que dota a la historia de ese clima húmedo y lluvioso del norte que siempre está presente en sus novelas, haciendo que sea casi un personaje más, además de introducir en la historia con gran acierto nociones sobre oficios o tradiciones del pueblo vasco que enriquecen una trama llena de misterio e intriga. Sin duda es una de las grandes novelas de este 2023 que afianza a Ibón como uno de los escritores más destacados del panorama de la novela policiaca o de misterio.
El ladrón de rostros |
El autor:
Ibon Martín (Donostia, 1976) ha conquistado un lugar propio en el thriller nacional e internacional gracias a sus pasiones: viajar, escribir, describir. Su carrera literaria empezó en la narrativa de viajes. Enamorado de los paisajes vascos, recorrió durante años todos los caminos de Euskadi y editó numerosas guías que siguen siendo referencia imprescindible para los amantes del senderismo.
Su primera novela, El valle sin nombre, nació con el deseo de devolver a la vida los vestigios históricos y mitológicos que sus pasos descubrían. Tras ella llegaron LOS CRÍMENES DEL FARO, una serie de cuatro libros inspirados por el thriller nórdico que se convirtieron en un éxito rotundo. La danza de los tulipanes (Plaza & Janés, 2019) alcanzó los primeros puestos en las listas de más vendidos, consagrándolo como uno de los autores más destacados de thriller tanto en España como en el extranjero, donde ocho de las editoriales internacionales más prestigiosas se rindieron al hechizo de su narrativa. La hora de las gaviotas (Plaza & Janés, 2021) fue galardonada con el Premio Paco Camarasa a la mejor novela negra del año, y lo confirmó como el maestro vasco del suspense.
Novela a novela ha construido un universo muy especial en el que se mezclan con elegancia todos los tonos del noir: investigación a cargo de un equipo policial, perfilación criminal del asesino, denuncia de asuntos de actualidad, suaves pinceladas de suspense y ambientaciones poderosas que evocan paisajes rurales y leyendas antiguas.
Impresionante!!
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