Sinopsis:
El 9 de julio de 2007 nevó en
Buenos aires por primera y única vez en un siglo. César González ya era mayor
de edad y cumplía el segundo de los cinco
años que pasaría preso por un asalto que culminó en secuestro. Criado en
una villa marginal a las afueras de la capital por una madre dealer y una abuela evangélica que le
enseño a leer la biblia, en El niño resentido consigue retratar una realidad
cruda con una belleza que te deja sin aliento, en la que la supervivencia y la
muerte se miran de frente.
Sin filtro ni escrúpulos, el
autor demuestra hasta qué punto la literatura puede salvar una vida a través de
este western criollo suburbano, auténtico y sensible, que contiene delincuencia
y veneración, cadenas de oro y motos, heridos y muertos, balaceras y persecuciones,
policías y ladrones. Y con su prosa despojada de moralidad, vindica su linaje y
lanza un hechizo que también es un réquiem a sus amigos. Una novela lujuriosa y
austera, un tsunami.
Reseña:
Hay libros que no buscan
consolar. El niño resentido de César
González no es una historia de superación, ni una oda a la resiliencia. Tampoco
intenta redimir ni justificar. Es, más bien, una colección implacable de
recuerdos, como un álbum de fotos cubierto de polvo y sangre, que el autor
comparte con una franqueza incómoda, pero profundamente necesaria.
En estas páginas, González
reconstruye su infancia en la villa Carlos Gardel con la nitidez de quien ha
memorizado cada dolor. Pero lo que más impacta no es solo lo que cuenta, sino
cómo lo cuenta. El lenguaje es directo, muchas veces crudo, pero cargado de
sensibilidad poética. No hay adornos, no hay moralejas: hay hechos. Una cloaca
abierta, un robo infantil, la cocaína envolviendo a una madre, un fusilado a la vuelta de casa, una fiesta
navideña con comida saqueada. Cada episodio, por sí solo, podría ser un cuento;
juntos, componen algo más cercano a un diario íntimo o una crónica coral de los
márgenes.
Lo que diferencia este libro de otros
testimonios sobre la pobreza o la marginalidad es su total ausencia de
condescendencia. González no escribe para explicar su vida a los de afuera ni
para ganarse su simpatía. Escribe como quien toma nota para no olvidar. Como
quien sabe que olvidar sería dejar que otros cuenten o distorsionen su
historia.
A lo largo del relato, emergen
figuras como la abuela evangelista, la madre carismática y adicta, los amigos
caídos, la violencia que se respira como el aire. Pero también aparecen
destellos de cine, literatura, música, fe. Elementos que, sin volverse jamás
salvación, dan cuenta de un mundo interior tan rico como hostil.
Leer El niño resentido es
asomarse a un territorio que muchas veces la sociedad prefiere no mirar. Y
hacerlo de la mano de alguien que no pide permiso para hablar, ni perdón por lo
vivido. Es un libro que golpea, incomoda, emociona y, sobre todo, permanece.
El autor:
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El niño resentido |
César González nació en 1989 en
el seno de una familia muy humilde en la villa Carlos Gardel, en el oeste del
conurbano bonaerense. Preso entre los dieciséis y los veintiún años, al salir
del encierro comenzó un vertiginoso despliegue artístico. Cineasta, poeta,
ensayista y productor musical, publicó los libros de poesía La venganza del
cordero atado (2010), Crónica de una libertad condicional (2012), Retórica al
suspiro de queja (2014) y Rectángulo y flecha (2021), y el libro de crónicas El
fetichismo de la marginalidad (2021). Además de videoclips y cortometrajes,
realizó ocho largos: Diagnóstico esperanza (2013), ¿Qué puede un cuerpo?
(2014), Exomologesis (2016), Lluvia de jaulas (2019), Atenas (2019), Castillo y
sol (2020), Reloj, soledad (2022) y Fobia (2023), codirigido con Sofía Gala, y
los documentales Corte Rancho (2014) y Diciembre (2021), codirigido con
Alejandro Bercovich.
Maravillosa reseña. Así es EL NIÑO RESENTIDO.
ResponderEliminarTodo lo tuyo, César, para mí es escuela. Compraré este texto con el aguinaldo (de m ...) y te buscaré para que me dediques algo lindo. Te quiero, siempre.
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